Fue una noche de furia en la residencia oficial de Olivos, donde el presidente Alberto Fernández se enteró del fallo que permitió la apertura de colegios en Capital Federal. Hubo insultos y reproches, ya que el mandatario está muy enojado con el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Actualmente hay un pico de tensión entre Nación y ciudad de Buenos Aires, y de hecho el Presidente dio la orden de “salir con los tapones de punta” contra el mandatario porteño.
El malestar del Presidente pasa principalmente porque considera que la resolución de la Cámara porteña representa un desafío a su autoridad. Interpreta que este tipo de fallos atentan contra la gobernabilidad, ya que cree que si no puede hacer cumplir las disposiciones de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) se le reduce el margen para gobernar.